viernes, 28 de septiembre de 2007

Mi gloriosa pandilla de tarados

(Otro de mis intentos sabineros, me dijeron el otro día -y ojalá en casos como el presente-, de contar lo que no hace falta contar, pero puede que se trate de eso. En todo caso, salvo la treintena de especímenes que aparecen y que hacen de los miércoles del Bukowski club algo casi tan bueno como un buen cubata... y con menos resaca, el resto del personal puede pensar, una vez más: "¿y este pavo, de qué me está hablando?". Pues de eso: de una gloriosa pandilla de tarados, descendientes de Puajj, enamorados de Nam, y a Grok, que le vayan dando... (http://elhuevoizquierdodeltalento.blogspot.com/2007/01/apuntes-para-una-breve-historia-del.html)

Frecuento una gloriosa pandilla de tarados
que cada miércoles
cruza la capital de los olvidos
confundiendo a los semáforos
y cambiando el ritmo de los pasos de cebra.
Beben brebajes infames
blasfeman con gracia no exenta de malicia
se alimentan con bocados de su penas
y las leen en voz alta
para hacerle al aire una caricia.
Dicen las malas lenguas
que son poetos y poetas
que su delito es perder el tiempo
antes de que el tiempo los encuentre
y que se reúnen en un bar de mala fama
en el que todo el mundo aplaude
cada vez que alguien va a mear
en el baño de las damas.
Hay un amargo plutón verbenero
que reclama el cetro de la feliz tristeza
y lo defiende a fuerza de talento;
Hay una reina de la nuit
que brilla más todavía
cuando la ves de día;
Hay una rubia que rima hasta las haches
a la que el pelo no le dicta los colores
que va sembrando de solidaridad las calles
aunque le guste posar de Barbie Revolution;
Hay una leoparda de feroces ojos verdes
que se guarda sus mejores poemas
y los practica conmigo
contra viento y marea:
Hay un profesor picaruelo
que seria el guía turístico perfecto
para todas las escandinavas que quisieran
visitar los vericuetos
si existiera
del museo internacional
de los Deseos;
Hay un gigante cromagnon folla sirenas
que acuna con su vozarrón a un pichón de colibrí
que le vuela por dentro;
Hay una pequenyita con cara de inocente
que a veces lleva trenzas
es bastante caradura
y se sabe de memoria el secreto ritmo de los peces;
Hay un asesino en serie de sus propios miedos
que los mata con bourbon y poemas
y se oculta bajo una colección de gorras
de las que usaba mi abuelo;
Hay un junta letras que las junta para siempre
y no presume de ello
aunque podría;
Una delgada chica peonza que lleva todo el viento dentro
viene de otra galaxia y tiene un perro con ruedas
que se llama mientras;

Hay un descendiente de los incas
que incansable persigue las piernas de la gloria poética
que ya se sabe, es una mala señora;
Hay un almirante de barcos
que varados
aún navegan
y que canta la bossa nova
con la suavidad exacta
para deshacer cualquier tormenta;
Hay una chica de gafas
que es la cuarta y quinta reencarnación de una mujer fatal
y de una monja
que en otras vidas
hizo pecar
a por lo menos cuatro santos;
Hay un par de pintureros que nunca te muestran sus trabajos
que atraviesan la noches pintándola por debajo de la falda
con brillantes trazos de color negro esperanza;
Tenemos a un arqueólogo de los tejados de londres
con pinta de cachorro de hombre lobo
y debilidad confesa por el encanto de las vendas;
y un lúgubre poeta rockero y gallego
viejo ladrón de gallinas emboscado
al que se le escapa la ironía de la cárcel redonda
de sus gafas de lennon;
Y al integrante de un trío de gemelos
al que le sobra tiempo para multiplicar la esperanza;


No nos falta una profesora de esas
que alteran los sueños del alumno más sereno
aunque ella viva casi pastoril
en su bosque poblado de gacelos.
Tenemos al penúltimo vampiro afable
que escribe con su propia sangre
lo que la sangre le dicta
después de cada amanecer o desengaño;
También está nuestra querida bruja
que en sus pociones
mezcla las ganas de vivir con benignas maldiciones;
Y el sonriente espadachín de las palabras
que las hace reír con la misma inteligencia
que las hace llorar
y tiene hacia los pollos un rencor
sobre el que es mejor no preguntar;
O el alargado vate correntino y lavapiecero
que busca entre su letras en Madrid
el aire húmedo y fecundo de sus remotos esteros;
O el hacedor de poemas tan breves
que le da pena despedirlos
y se le alargan en el tiempo;
Tenemos una virgen del atril
que nos desvirga una vez por semana
con la rabia nueva de sus descubrimientos;
y una fotógrafa incansable
enamorada de la vida y de la mahou
que sabe que lo importante
siempre ocurre por la noche.
Tenemos un cuco con alma de búho
porque lo mira todo y nunca dice mucho
pero que marca las horas
con versos minuteros;
Y hay un desordenado paridor de maravillas
de apellido impronunciable y sirio
que siempre leerá de pie
porque tal vez conozca la canción de silvio
y recuerde el peligro de las sillas.
Y un poeta tambaleante
al que le brotan versos gatos
que siempre siempre caen de pie.
No falta un corsario de bordillos
que ha pirateado por los siete charcos
y con las virutas secas de su voz
suele llevar la lista de los locos que se suben a este barco.


Puede que se me escape alguno en el recuento
Es que ellos suelen beber bastante
y por simple empatía me mareo.
Pero mi gloriosa pandilla de tarados
tiene la sana costumbre de volver
con papeles no han dejado de ser árbol
con poemas que aún no se han lijado
y consiguen que el verbo
“Pertenecer”
cada miércoles
me acojone

un poco menos.

martes, 25 de septiembre de 2007

Miranda


Para saber más:
Te merecías ser un prócer jubilado,
para ganarle al ajedrez a Bonaparte,
o soplarle una monja a Juan Tenorio;
para birlarle a Aníbal su elefante,
y salir a seducir con Casanova
un par de griegas de la corte de Alejandro.
Andarías de tertulia con Guevara,
o echando pulsos por dinero con Atila;
si la gloria fuera justa y no engañara,
harías con Ulises un duelo de mentiras,
o regateabas con el César las monedas
para alquilarle por un rato los laureles.
Pero la Historia,
Francisco,
es puta mala,
no sabe ni mentir con elegancia,
le basta con mirar para otro lado,
y como Evita dice:
la escriben los que ganan.

Te han dejado sin título y con hambre,
pero no podrán quitarte lo bailado,
aunque en Caracas la tumba de los grandes,
tenga vacía la mitad que te ha tocado
y en la otra mitad Bolívar duerma
su pequeñajo sueño acomodado.
Y tu, que naciste para conde,
harás amena la noche de los muertos,
tienes los huesos mezclados con la plebe,
de una fosa común en San Fernando;
y les cuentas de las guerras que viviste
y de cuánta mujer te has trajinado.

Pero la historia,
Francisco,
es puta mala,
hoy Precursor, mañana vil canalla,
te muestra o te esconde por capricho
y como Evita dice:
la escriben los que ganan.

De modo que te queda la memoria,
periódicos rescates de oscuros profesores,
notas en letra enana a pie de página,
y algún aficionado a perdedores,
que como yo te encuentre por sorpresa,
entre batallas y enaguas de duquesas.
Tu cuaderno de notas va contigo
enumerando ideales y vaginas,
gastos en viajes, en espadas, en vino,
recuerdos de Laffitte, la rusa Catalina,
Londres, Madrid, París y Philadelphia,
San Petesburgo y el Caribe en la entrepierna.
Pero la historia,
Francisco,
es puta mala,
te come el tiempo, se bebe la esperanza,
en cada viaje te confunde los mapas
y como Evita dice:
la escriben los que ganan.


Lo peor no es el limbo en que te pudres,
sino que te reescriban los ahnelos,
mira si día Spielgberg te descubre
te quita la ambición, te cambia el pelo,
y en la película que montan a tu costa
eres Di Caprio con melena de buscona.
Y eso si la Disney no ha olfateado,
el romántico perfil de tus andanzas,
o te veo hecho un efebo dibujado.
cantando a dúo con un pez o con un panda.
Pero no desesperes, De miranda:
al menos ho,y sus heroínas tienen pechos.

Porque la Historia,
Francisco,
es puta mala,
lo que pudiste ser , a nadie importa
te queda lo luchado y lo jodido,
y como Evita dice: la escriben los que ganan.

lunes, 24 de septiembre de 2007

De otro mono

Con todos mis respetos para Darwin
su aguado te de las cinco de la tarde
el periplo de sus viajes
y la soledad masturbatoria
que ratifica el azar de las teorías
he de decir
que yo vengo de otro mono.
Me niego
con rabia de primate
a descender del mismo simio del que viene rajoy
y entre el gorila que fue abuelo de bush
y mi abuelo carpintero
hay un montón de pelos
de distancia.
Prefiero el mono de Neruda
solemne abotargado.
El chimpancé que parió a Poe
entre copas y delirios
el escueto mono sonriente que fue el antepasado de Calvino
o el estirado mandril de culo rojo
al que acabó por nacerle un borges
tienen al menos un aire inteligente y onanista
que me pido como rama para un árbol genealógico
improbable
porque el mono belicoso y lloriqueante
de los que miden los suspiros como acciones
me resulta más ajeno
que el espinazo curvado del chacal en la maleza.
Yo vengo de otro mono
o hacia otro mono voy
pisando borracheras
porque puestos a elegir un animal
que me anteceda
prefiero
siempre
venir de un simio de organillo
que de la mona chita
con sus modales de ramera
que salta cada vez que se lo ordenan
y cuando ríe
porque el guión lo exige
me recuerda
la carcajada de una hiena.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Para Marcus Versus...


Rayada nº 1

Nunca
pasa
nada
hasta
que nada
pasa
me mira
y dice:
"¿Es que esperabas algo mejor?"
"Supongo que sí"
le contesto,
"Aunque algo es mejor
que nada".

"Nunca has entendido nada",
me contesta.
Y nada
vuelve
a pasar
y yo sigo esperando
aunque nunca
pasa
nada

mientras las hojas de los árboles
maúllan
cuando caen
como los ojos sin pupilas
de gatos jubilados
que ya no tienen
nada
que ver