martes, 29 de enero de 2008

Dos poemas viejos (no tanto como yo)

Personajes


Soy un ladrón de cuerpos
lo confieso
y temo que ni siquiera un buen ladrón
de guante blanco o navaja precisa.
Digamos ladronzuelo de momentos
cambiarles el nombre
vestirlos con palabras
o recuerdos
y sentirme dios por un momento
poniéndoles un charco en el camino.

Les tengo miedo
doméstico y cercano
pero miedo
porque los personajes
que me tienen
se me parecen en rencores y perezas
son vengativos
sin mancharse la conciencia
y cuando matan no tienen pesadillas.
Entonces si una noche
se pusieran de acuerdo
para cobrarme afrentas y fracasos
amores negados
torpezas impuestas
si una noche

decía
decidieran
pasarme la factura a tanta deuda
me apuñalarían de adjetivos
me castrarían los verbos
me envenenarían de diálogos insólitos
me torturarían con el filo de una esdrújula
o peor aún
mucho peor
me escribirían a su antojo y semejanza.

A partir de hoy
seré un buen dios
para mis personajes
nunca se sabe.


Ojos

Ojos de buey rajados
de horizonte aceitoso
de cristales salados
de ola en reposo
de metal oxidado
de barco anclado.
Ojos de ver el mar
ojos sin ojo.

Ojos de parabrisas
de café calentado
de masticar con prisas
de periódico ajado
de semáforo en rojo
siempre en rojo.
Ojos de trabajar
ojos sin ojo.

Ojos de ventanal
de cuánto hay hasta abajo
de no lo pienso más
de me importa un carajo
de carta en el bolsillo
¿me tiro o no me tiro?
Ojos de terminar
ojos sin ojo.

Ojos de no me olvides
de esta noche te llamo
de mano que despide
de sabes que te amo
de paisajes borrados
de ya se ha terminado.
Ojos de tren que va
ojos sin ojo.

Ojos de calendario
de parque atardecido
de culos solidarios
de recuerdos vencidos
de inventar batallitas
de espiar jovencitas
Ojos de la vejez
ojos sin ojo.

Ojos de buey rajados de ver el mar
Ojos de parabrisas de trabajar
Ojos de ventanal de terminar
Ojos de no me olvides de tren que va
Ojos de calendario de la vejez

Ojos de la ciudad
ojos sin ojo.

Camino de Ida, de Ramon Salem

(Encontrado en el excelente blog literario Cuce de cables. Da igual lo de Ramón, de hecho estoy pensando en ponerme ese nombre... Gracias)
El original, aquí:

http://crucedecables.blogspot.com/2007/09/camino-de-ida-de-ramon-salem.html

Esta novela puede ser comparada con la narrativa y diálogos que nos dejó Groucho Marx. Aquí acumulamos el suspense, el secuestro y sobre todo una deuda pendiente, absurda o no; la decidirá el lector.Octavio Rincón, vive en Cataluña y es funcionario, su trabajo es tan anodino que cualquier mosca que pase a su lado tiene más movimiento. Éste consiste en anotar las defunciones y los nacimientos que se producen en el pueblo donde vive.Se encuentra de Vacaciones en Marraketch, cuando descubre que su mujer ha muerto subitamente en la habitación del Hotel, posiblemente de un paro cardiaco.Entusiasmado por la idea de la viudedad y de vivir un mundo diferente, baja corriendo al Bar del Hotel con intención de celebrar tal acontecimiento. Pero una segunda voz en su cabeza le avisa que puede ser detenido por asesinato, aunque más tarde se descubra la verdad.
Mientras piensa, conoce a Soldati: un argentino gorrón, empresario y demasiado listo para nuestro particular individuo. Tras contar su historia, emprenden una aventura incomprensible ....los dos por el Atlas, no sin antes organizar una buena y mosqueando a un matón boliviano y sus secuaces, que les perseguiran hasta dar con ellos.Visiona una vida extraña en que todo, gira en su entorno. Incluso su verga se convierte en una tercera pierna, delicia de alguna extranjera. En una especie de cómuna conoce a un hippie de nombre Charly, que a simple vista parece buen tipo; pero guarda un secreto de venganza sobre una persona, Julio Iglesias, que se atrevió a imitar al gran tanguista Carlos Gardel.
Desde este momento éste se transforma y canta como él. Al final todos uniran fuerzas y sobre todo una muy buena amistad, a pesar de que cada uno siga su rumbo o no.
En fín, Camino de Ida es una novela delirante, llena de mucho humor, con personajes asombrosos y que ayudan al lector en más de un momento a reirse a carcajada.
Yo a tu lado quisiera caer,Y que el tiempo nos mate a los dos. (Caminito)
Camino de IdaCarlos Salem
Salto de Página 2007
219 Páginas.

Marchando una de Berberechos!!!!



Tenía que llegar y llegó. El jueves se presenta el poemario POEMAS PARA BERBERECHOS, de José Naveiras, trillizo hiperkinético de la cultura y esas cosas. Un libro lleno de sorpresas, que crece al leerlo, aunque buena parte del material lo hayamos escuchado (los privilegiados) de miércoles en miércoles en el BUKOWSKI CLUB. Es a las 21.00 horas y conviene ir para poder pillar el libro.
para más información, tirar pa abajo en este blog, o si eres cómoso, pincha en:

Y tan extraños

Fue el sábado pasado en el BUKO, y en que no los vió, se jodió. Un viaje por las preguntas más grandes, en busca de pequeñas respuestas. Tres estilos diferentes en el mismo tren, que por fortuna ,sigue rodando. Un abrazo a los tres.

jueves, 17 de enero de 2008

Cita impepinable, este sábado 19 de enero


El que se lo pierda que no se queje.
Gracias a los esfuerzos de Gsus Bonilla,
este sábado 19 de enero,
en el BUKOWSKI CLUB,
celebramos el
PRIMER RECITALDEL
RINCON DEL POETA DEL FORO DE EXTREMODURO.
Poesía de la que no pide disculpas
ni falta que le hace.
Vienen poetas del foro de distintas partes del país,
cargados de papeles con letras que caminan,

Empezaremos a horario, por una vez,
así que a las 21.00 horas se arranca.

Milonga del sombrero negro

(por petición de Lady N.)

Llevo 20 años sin responder
la pregunta del dilema:
volver o no volver
volver adónde
volver a qué.
Si todavía albergo en la nariz sin olfato
el aire de eucalipto en diagonal
de ciertos otoños de neuquen
y en el dedo medio de la mano izquierda
me sigue quemando el asombro feliz
de la entrepierna

de una muchaha inolvidable
que

creo
se llamaba mabel.
Volver adonde
volver a qué
Si aqúel sombrero negro
de imposible vaquero
que me arrebató el viento
el verano del 86
no ha dejado de volar con sus alas de cuero
entre puerto madryn y esquel
Y el nene de mofletes colorados
que escapaba de un perro negro
en una bicicleta de mujer
sueña algunas noches cuando tiene miedo
con el perro aquel.

Volver adonde
volver a que
si en cordoba hay un empedrado con las huellas de mi cara
y las viejas que vivían a la vuelta del estadio de Talleres
siguen hablando de las noches en que una novia
loca
me perseguía desnudo hasta la calle
para dejarme entrar
una hora después.
Si floté en la nada de las aguas
de las termas de rio hondo
a los trece y a las dos de la mañana
y no quise dejar de flotar
desde esas vez.


Volver adonde
volver a qué
si cuando me enfado digo jilipollas
pero cuando me enculo
se me escapa un pelotudo
que rescata todos los acentos olvidados
en la pe
y tengo las mismas ganas de ir al baño
que aquél dia
que llegué a barajas y corrí a tirar de la cadena
para ver si lo de corilis era cierto
o solo otra mentira de la cia.

Volver adonde
volver a qué
si en ceuta sembré un hijo africano con ojos de cometa
y en melilla una hija con alas en los pies
y no supe
ni pude
quedarme a verlos crecers
si he nadado en tres mares
si en madrid he dormido
si soñé en marrakesh
y todos los vientos me sonaban
al viento silbador
que me enseñó a escribirme los poemas
mientras volvía andando a casa del colegio
por haberme gastado en cerveza o cigarrillos
la plata para el colectivo.

Soy el que siempre está de paso
soy el que nunca ha venido
soy ese hombre espaldas
tan ocupado en irse
siempre
que nunca tiene tiempo
de volver

Volver adónde

Volver a cuándo

Volver a qué.

martes, 15 de enero de 2008

Qué extraño, amor

Un cigarrillo, sí, por favor, y gracias por decir que desnuda y fumando parezco más sexy. Gracias por el cumplido de ahora y por el polvo de hace un rato. No estés nervioso, por favor, fui yo quien te invitó a mi piso, por primera vez en dos meses, mientras que tú querìas hablar de algo que te incomoda. Sé que ANTES o en lugar de follar querías hablar, sé que si no me desnudo en el centro del salón, no hubieras tomado la iniciativa, y sé por qué. Siempre supe, antes de saber, mi madre decía que era una niña rara. Sí, cúbrete, si tienes frío. Qué extraño, amor, que nos miremos como extraños entre el humo, cuando hace cinco minutos, antes de que fueras hacia el baño y te espiara caminar desnudo, pendiente la espalda de mi evaluación, antes nos reconocimos con voracidad mordida de promesas. No me mires así, por favor, ya sé que soy rara, me miras como me miraba mamá, antes de sacudir la cabeza y murmurar que la culpa era de mi padre por haberme llamado Manuela. Manuela era mi abuela, y la abuela de su abuela, y la abuela de la abuela de su abuela, la primera Manuela, la que inauguró la leyenda, allá en Galicia. Decían que era bruja, qué extraño, amor, que sólo se conservaran los rumores de su pasión por la ciencia sin libros, y no su verdadera magia, la de ser capaz de amar hasta la muerte. La suya y la del amado. Todo eso me lo contó papá, mi madre no hablaba de las Manuelas, y a mí me llamaba la niña, para no convocar sus miedos con el nombre que creía maldito. La primera Manuela amó a un marinero, ya sabes, la historia de siempre. El marinero era sueco, noruego o de algún país helado. Y prendado de Manuela dejó el barco y las olas, se hizo labrador. La historia cuenta que era alto y silencioso, con el cuello siempre doblado, porque aunque estuviera lejos de la costa, su cabeza siempre buscaba el mar. Y al mar se fue, enrolado en secreto en un carguero que iba lejos. Qué extraño, amor. Aunque algunas viejas del pueblo me narraban la historia con lujo de detalles, del barco en que se marchó el rubio aquél, sólo se sabe que iba lejos. Nunca adónde iba. Sólo lejos. Manuela enloqueció, había desafiado su familia para marchar con él al campo y enterrarse entre árboles, hierbas y animales sombríos. Y él se había ido. Sí, me gusta esa caricia, pero me gustaría más si no la percibiera como una prisa por desviarme de la historia, por olvidar en humedades lo que te ha dejado la boca seca, qué extraño, amor, si has sido tú el que preguntó y sólo quiero responderte. No, no dejes de hacerlo. Manuela, te decía, la primera Manuela, dicen que enloqueció, que hablaba con las plantas y dormía con las bestias. Que parió sóla en el bosque. Ya sabes que en Galicia, lo de las meigas siempre estuvo presente. Comenzó a recibir visitas de lugareños que le pedían consejo o remedio, y ella les daba hierbas y consuelo. ¿Hay algo de malo en eso? Nada. Pero cuando volvió uno, que era del pueblo y se había embarcado con el sueco, y habló de cómo una tormenta los persiguió durante semanas, y de cómo, en una mañana despejada cayó un rayo, suspendido en el aire durante un momento, como eligiendo dónde dar, y dio en el sueco; cuando se difundió todo eso, comenzaron a mirar a Manuela de un modo extraño. ¿Queda agua? Ya, pero no quieres ir a buscarla. Qué extraño, amor, estas semanas desde que nos conocimos, todo el tiempo de la seducción en círculos, no has dudado en adivinar cada deseo mío, para cumplirlo antes de que lo formulara. Pero esta noche, que te he abierto mi casa y mi cuerpo, te noto lejano, inquieto. De otra Manuela, nieta de la primera y heredera del cabello y los ojos del sueco, como yo, me llegó también la herencia de la risa. Dicen que reía como nadie, descalza, feliz, que adoraba correr por el campo y que todos suspiraban aliviados al ver que la maldición no había pasado por los ríos de la sangre de la abuela a la nieta, pese a la audacia de ponerle el mismo nombre. Se hizo moza y todos los jóvenes del pueblo la rondaban, pero ella parecía esperar algo que vendría de fuera. Y vino, claro. Un señorito, como en las novelas. Dicen que por las noches corrían por el monte, desnudos como animales. Se los veía tan enamorados que todos pensaban que la diferencia social no importaría. Además, era un secreto a voces que ella estaba embarazada. Pero el padre del muchacho llegó desde Madrid, amenazó con desheredarlo y él se rindió. Manuela huyó al bosque, no sé si al mismo lugar en que lloró su abuela, pero dicen que como ella, la vieron hablar con animales y correr con la sombra de los lobos en las noches de luna. Y cuando los lobos aullaban, en el pueblo decían que era el llanto de Manuela. Empezaron a morir vacas. No todas las vacas, sólo las del pazo del amante cobarde. Y él cayó en una extraña debilidad que lo hacía sudar aún en invierno. Los médicos de Madrid fueron impotentes para identificar su mal. Y murió deshidratado, en el pueblo, porque pidió volver. Dicen que lo llevaron en parihuelas por todo el bosque, llamando a Manuela, y que no la hallaron, aunque juraban que desde la espesura, sombras inquietas vigilaban. Sí, un dedo, así, despacio. Manuela emigró a Venezuela, para huir de esos rumores y para alejarse del bosque. Pero su nieta, la tercera Manuela, la que nació tan lejos de Galicia, no pudo eludir su legado. Creció bella y fulgurante, bajo un sol diferente. Pero la luna era la misma, como la sangre enamorada que se le despertó torrente, cómo no, cuando a la ciudad llegó un forastero. Había sido artista de circo, pero un matrimonio provechoso y unas fiebres oportunas lo habían dejado en posesión de una fortuna considerable, y a una edad en la que podía escoger entre cualquier mujer del lugar. Y escogió a Manuela. Y amó a Manuela. Y la dejó cuando tuvo a la vista otro matrimonio adinerado y de frágil salud con una heredera de la zona. Manuela, lo adivinas, huyó al bosque, tropical pero bosque, sin la sospecha posible de sombras y lobos, pero ¿Qué eran entonces esas presencias fugaces que juraban haber visto desaparecer los pocos que se atrevían a ir en su busca para curar el amor o la pena, la fiebre o el mal de ojo? La boda fue sonada. Para homenajear al novio, el suegro hizo tender un cable entre dos altos postes. Aplaudieron alentando al antiguo artista del equilibrio, para que recordara sus habilidades ante los invitados. Y él accedió. Sólo que en mitad del recorrido, a varios metros del suelo, se detuvo, paralizando de miedo. Y no hubo manera de hacerlo avanzar. Pasaron las horas ,llegó la noche y él seguía helado en mitad del alambre, tieso y en un equilibrio imposible. Cuando la luna llena asomó tras los altos árboles, dicen que sonó un aullido desconocido en esas tierras, y el novio funambulista recuperó el movimiento y cayó a tierra. No volvió a levantarse. Sí, cuentos de vieja, eso mismo decía mi madre. Sí, así, un poco rápido, sólo un poco. Qué extraño ,amor, ahora mismo, pese a la penumbra, distingo en tu cara el mismo color gris que tenía la cara de mi madre. Desde que yo era niña, nunca quiso volver a Galicia, y cuándo se le iba la mano con el anís, maldecía a su madre por haber vuelto a España, y maldecía a mi padre por haberme puesto ese nombre. Sólo después de su muerte pude volver a Galicia. En cada viaje que hice, encontraba un nuevo fragmento de la leyenda. Eso y la fascinación por el bosque bajo la luna, el cariño de los perros, el viento al correr descalza, desnuda, y segura de que un día cualquiera encontraría un amor tan grande como el de ellas, un forastero, como tú, ¿hay alguien más forastero que un piloto de avión?, alguien a quién amar hasta la muerte, alguien que entienda que después de tanto silencio, cuando me lanzo a hablar no puedo parar, y a tu pregunta de hace un rato, cuando volviste del baño, te diré que sí, qué extraño, amor, lo preguntaste cómo si rogaras estar equivocado, pero acertabas: lo que viste entre las sombras del salón no es un perro, sino un lobo. Y ahora cuéntame eso tan importante que querías decirme, pero no dejes de tocarme, aunque te tiemblen las manos. Qué noche más bella, ¿habías notado que hay luna llena?

Lo que sobra

Ahora que todo
ha quedado en nada
me sobran los dedos que hasta hace poco se turnaban
para buscarte resortes y cosquillas

en la compleja maquinaria que ocultas entre las piernas

Ahora que todo

ha quedado en nada
mi boca sólo sirve para boquear besando al aire del cigarro
o masticar alguno de tus platos favoritos

como si te masticara
Y no es lo mismo.

Ahora que todo

ha quedado en nada
mi sexo se convierte en un absurdo artilugio para mear llorando
una molestia que me impide dormir de lado
un polo de ceniza y fresa
un tizón helado

Ahora que todo

ha quedado en nada
los poemas que escribo me suenan a declaración de la renta
y en cada verso me defraudo

y en cada verso te desgravo
intento la venganza de un soneto
pero siempre me rima con “afrenta”
y todas las palabras se me deshacen entre los verbos

Ahora que todo

ha quedado en nada
mis ojos son tajos en la cara
que froto contra la pantalla de la tele
o en tu inolvidable sonrisa que se burla

en cada foto.

Ahora que todo
ha quedado en nada
me sobra todo.
O tal vez no.
Creo que no.
Seguro que no.
No me sobran

ni los dedos ni la boca ni los versos
Ni los ojos ni la polla.
Me sobras tú.
Por eso me pido otra cerveza
y espero ver entrar por esa puerta
a la mujer
que te borre para siempre
esa jodida sonrisa
de las fotos.

sábado, 12 de enero de 2008

Confieso que habíamos bebido

Viernes 11 de enero de 2008. BUKOWSKI CLUB. Madrid. Escandar Algeeet y el que suscribe, un mes más tarde de lo previsto, nos enfrentamos al asunto de poner en escena el recital del ciclo Poesía 2 x 1, bajo el premonitorio título de Confieso que he bebido. Un mano a mano de poemas sobre temas comunes, con 24 años de diferencia en las edad que decretan los DNI (con o sin chip), pero casi las mismas ideas. Es decir que:
A) o este tío es muy maduro,
o
B) 24 años después de mis primeros 24, sigo siendo un inmaduro.
Me inclino por la opción A, aunque no me inclino mucho, que todavía tengo resaca.
Total, que sabíamos que no nos iba a faltar apoyo, pero no imaginamos que habría tanta cara amiga y amigable entre el público, sobre todo porque el recital era un repaso mutuo a los poemas del los dos últimos años, leídos más de una vez en el BUKO.
Un mano a mano, decía, puesto en escena(como pudimos) a la manera de un diálogo alcohólico entre un camarero borracho (imaginen quién) y un cliente en el mismo estado de desconcertada, feliz y brujulera embriaguez. Había que ensayar, y lo hicimos,durante horas, de Mahou en Mahou) La foto de Cristina del Barco da fe de los preparativos previos, un mes y medio antes, para ponernos de acuerdo sobre lo que había que hacer. Ayer por la tarde, mientras ensayábamos, fuimos más previsores: íbamos quitando de la vista las botellas vacías, para que no se notara tanto la intensiva preparación para meternos en el papel, El caso es que cuando llegó la hora de levantar el telón (¿¿???), ya estábamos más que metidos en él y el rolo de borrachos a los dos lados de la barra nos salió, creo, bastante creíble. Es lo que tiene buscarse papeles que vayan con tu personalidad...
Total, que gracias a todos por estar ahí y seguir estando, la permanencia es una virtud poco frecuente en el barrio en el que vivo, uno redondo, achotado en los polos y con un agujero así de grande en la capa de ozono de la generosidad.
Gracias otra vez.
Entre lo poco nuevo que hubo, está este cadáver hecho a cachos mutuos durante semanas en internet, y terminado a las prisas el último día, como debe ser. Lo copio a continuación, las partes en cursiva son las de Escan y las otras mías, ¿o era al revés? En todo caso a quién coño le importa.
Nos vemos por ahí, por dónde las botellas son espejos que no juegan a ser conciencia, sino envases para mensajes que quieren irse de viaje.
confieso que he bebido
y no para olvidar quien soy
si acaso para recordar lo que no he sido,
he pasado del pasado que no fui a un futuro tan incierto
como estos dados que tiro
sobre la alfombra roja de una ruleta rusa adicta a apretar gatillos.
Pero me falla el índice de señalar a los demás
o se me acaban las balas o erro el tiro
y como blanco soy peor aún, porque me muevo,
confieso que he bebido
la vida a tragos de dos en dos
y de dios en dios me he cagado en lo divino,
ahora tengo estos dedos y este puñal
y también
un puñado de sueños perdidos
No me gusta despertarme
mataré a todos los gallos
déjame seguir soñando
que esto lleva a ningún sitio
porque en medio del camino
es donde siempre me hallo.
tengo mi par de adjetivos guardados
y un mar de palabras contra el olvido,
me defiendo mejor a escupitajos
y entre charcos
te confieso que he bebido.
no es que presuma de hacerlo
es que no puedo evitarlo
el sol prefiero beberlo
y los dolores, regarlos.
y así me sumerjo en mis propias lágrimas de calendario,
me ahogo siempre en cualquier espejo
y si pillo unos ojos, me emborracho.
La noche es una trampa con tacones
El día se embosca de semáforos
Los recuerdos acechan en los pechos
de los maniquíes
y todos su pezones me señalan
confieso que tal vez por eso he bebido
todo este rato contigo, amigo,
haciendo de esta barra otro peldaño,
de este trato otro motivo,
he aprendido que mirarte se parece a mirarnos,
que de puños pa dentro compartimos enemigos.
Me temo que solo soy un borracho acostumbrado
a veces lloro por nubes a las que no me he subido
me aprietan estos zapatos para no ir a ningun lado
me duelen los telediarios y los amores perdidos
me gustan mas las ventanas que las puertas con candado
¡Ah! Y confieso que he bebido
afilando colmillos desafinados,
evaporando lágrimas
de precipicio en precipicio,
de barra en barra
enderezando sueños
torciendo las esquinas
apagando los incendios
con las más pura gasolina

CONFESAMOS:
que por la ultima moneda de dos caras
que se quedo girando en el aire toxico de cualquier ciudad
Por todas las minifaldas /que han sido y serán
/la patria de otros ojos y el empaño de otras gafas
por la mitad de la mitad de las ganas de tirar aquél anillo por la borda
Por mi jodida vocación de maqueta del Titanic
y mi sed interminable de los Iceberg on the rocks
por el peón cuya casilla es un andamio, y por él andamos todos,
haciendo malabarismos con la rutina
porque de El principito /el amor domesticado me parecia una mierda,
y el tiempo no me ha cambiado: una mierda repito,
por nuestra puta vida, que es lo único que tenemos
por la muerte que se viene, bordada de enredaderas
por el siguiente big bang que ocurrirá en nuestro próximo brindis
por los agujeros negros de mi alma, si es que tengo
por la cínica realidad de reirnos en negro sobre blanco
y blanco sobre negro
por los sueños a cuadritos
por este dulce presagio, este codo a codo, este mano a mano
Por el miedo que me doy, por la clemencia que no pido
por ustedes
y por nosotros...

CONFIESO QUE HE BEBIDO

Para presumir de amigos y poetas (IV)


(Sin palabras, si las tiene todas ella, la muy perra.

Debería estar prohibido ser tan joven y saber tanto.

Aunque... ahora que lo pienso, está prohibido)


Para saber más de silvi Orión, pinchar en





No es nada fácil protagonizar cómics

Silvi Orión


Es el fin de la civilización, harapos color kaki
som els últims supervivents de la Terra
a la deriva al naufragio hábitat en tubos fluorescentes
a la deriva al naufragio
van la histeria de subrayadores amarillos
y la verticalidad de humo de los edificios y farmacias,

som los Guerreros de la Luz, som militantes
som hippies encapuchaos, som botas altas, som moltes eles
som guantes de dactilares descubiertos
som restos de oxígeno para cuando acabe la guerra:
luz verde - linternas verdad - foco d’atención – exilio – vientre,
som bombas de horizonte contra tos e intermitencia de engaños
contra enfermedad de burocracia y caries
som el vaho de autobuses sin frenos
pilotos rojos alarmando decadencia
pilotos verdes de taxi libertario,

acuérdate: hubo una quema de libros, Fahrenheit 451
hazmelamor, hazmelamemoria: meridiano suburbial de 0º,
magazines, fumar crack, latas vacías y dobladas en charcos
hubo quien se fue a vivir a las montañas
nosaltres seguiremos acá bajo túneles hirientes,
de botellón permanente,
cada vez menos expectantes, menos vosaltres, menos conformes
hubo quien se fue a vivir a las montañas
(personalmente… nos las entiendo),
nosaltres cada vez más y más grungers, más años 90
+ bonus track de mentalidad veraniega
por las aceras paganas del espíritu solidario,

no es nada fácil protagonizar cómics
hace un frío que pela mientras,
camiseta a rayas larga bajo corta gris con motivos budistas
mayas piratas azul marino al trasluz de vaqueros roídos
es la pinta de ahora mismo y lo será el resto del siglo

acabaremos por darles la razón a los abrigos,
si hay que luchar
acabaremos por destrozarles los domingos
si viene el estallido de mi garganta, de tu gobierno también.

Para presumir de amigos y poetas (III)



(Resulta que en un momento incierto de la mañana. entre el café bebido en sueños y su fulminante efecto escaleras arriba, caigo en la cuenta de que esta sección que acabo de inaugurar para presumir, está incompleta en el título, porque tengo la suerte de estar conociendo -siempre estás en ello, no es por hacer publicidad subliminal, pero todo es Camino de ida, je je- a un montón de gente que se sienga a ser amontonada. Y no sólo son poetas y poetos, también hay escritores de narrativa como Marcelo Luján, argentino trasplantado a España y que no deja de dar brotes, el muy turro... Total, que aquí dejo una muestra gratis. Pasen y vean )


Zona de detención

por

En aquella esquina, cuando era 1977, Marta y Angelito se dieron el primer beso. Anochecía y ella —dieciocho años (la piel tan blanca, los ojos así como flotando entre los párpados)— le preguntaba hasta dónde me querés. Angelito tenía veintiuno: enérgico y un poco trashumante: con esos pelos y esa barba y esos sueños: hasta el cielo, le susurraba al oído. La gente diría que se quisieron pero que eran otros tiempos. Marta y Angelito no volvieron a besarse. Ni volvieron a verse porque efectivamente eran otros tiempos y el amor respiraba dentro de un sarcófago. Una tarde, cuando era 1987, Marta pasó de modo casual por aquel sitio. Iba en taxi. «En esta esquina», balbuceó, «una vez, un chico me dio el primer beso». Entonces oyó la bocina y los gritos del taxista y sintió cómo el coche se detenía en seco frente a un colectivo de la línea 113 ó 133. Se alzaron las voces y ella apretó los párpados: en el aire fue 1977: Angelito empezaba, de pronto, a correr como un loco: había coches, sus faros cegadores, bajaron hombres arengados. Uno la agarró de los pelos. Marta sintió el tirón y abrió los ojos: el taxista le pide disculpas pero a Marta ya no le importa porque mientras se alejan vuelve a escuchar los gritos y vuelve a ver cómo Angelito huye a la carrera y también cómo se estampa contra esa señal de vialidad que pone ZONA DE DETENCIÓN: y cae al suelo: y lo intenta, claro: pero los hombres lo rodean y sueltan carcajadas atroces que se licúan contra la soledad de la noche.
.
publicado en Grageas. 100 cuentos breves de todo el mundo,

Ediciones Desde la Gente, Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos,Buenos Aires, 2007,
Sergio Gaut vel Hartman, compilador
Además de Marcelo, participan,entre otros autores:;
Abelardo Castillo, Ana María Shua, Elvio E. Gandolfo, Gloria Pampillo, José Ángel Barrueco, Laura Massolo, Luisa Valenzuela, Marcelo Di Marco, Patricia Suárez, Sylvia Iparraguirre, Verónica Sukaczer y Vicente Muleiro.

Para comprar el libro o más información, pinchar en

Para leer más sobre Marcelo Luján, pinchar en




jueves, 10 de enero de 2008

Vuelven en febrero estos malvados cuatreros!!!

Toca esconder las aves de corral y también las ovejas libidinosas,
que estos delincuentes no se fijan en detalles.
Ya hay fecha:
el 22 de febrero en el
BUKOWSKI CLUB
vuelven los
LADRONES DE GALLINAS
Gonzalo Torrente Malvido
Daniel Herrera
Luis Boullosa
José Rafael Rodríguez
Carlos Salem
c on la inestimable colaboración de
Patty de Frutos
y un invitado muy especial.
¿El tema?
"Policías y ladrones"
Seguiremos informando....

Hallado Muerto

(Para empezar el año con buena onda, un poema pesismista donde los haya, de esos que me acechan algunos lunes.)

Hallado muerto en este cuerpo vivo,
signos vitales de que el domingo hace su trabajo
y se aplica en la faena de borrar vestigios
de la semana pasada con alevosía.
Hallado muerto de ilusiones quietas
como cuadros pintados con pinceles leves,
retratos de la vida en óvalo digno y en sepia,
material de tumbas de las de antes,
con epitafio al uso, que diga lo sigue:

“Aquí no yace un hombre
que no supo quedarse quieto
el tiempo suficiente para vivir la vida
y disfrutar la muerte”.


Hallado vivo en este tiempo muerto,
con el ánimo curvado de recuerdos,
el peso del recuerdo,
las fugaces memorias que volaron,
los rostros sin otro rasgo que el gris de las ventanas
que miran y no miran que sigo estando muerto.

Acaso en esta muerte de domingo
se encierren otros fines,
telones que no impiden
que siga la función,
sin esperar aplausos
porque aunque llevo siglos con la misma comedia,
en cada nueva gala sé que lo hago peor.

Hallado muerto en este cuerpo vivo,
harto de cigarrillos, de ceniza y rencor,
contra este cuerpo muerto
de mi propia mentira
y mi propia ilusión.
Hallado vivo en este cuerpo.
Hallado muerto.
Ya no soy yo.

Para presumir de amigos y poetas (II)


(EDWIN, VUELVE QUE TE PERDONAMOS)


PLISH, PLASH, PLOCK


Da vueltas, cabriolas, sube, se envuelve y baja, se hace densa, muy pequeña y obscena, al fondo de un precipicio abre los brazos y nos abre, nos parte, a mí, a los dos, a los tres: un dos tres; se adereza con la luz del ojo ciego y un tambor de piel de corazón seco, con el frío de un veraneante abandonado en la nieve, balancea sus manos de papel por encima de las olas, pero él cae de un lado a otro arañando paredes, dejando la espalda rellena de gritos doblados, perdiendo piernas en el suelo; una inseguridad eléctrica, atómica y celular, tirita y lo empuja a sentir un poco lo que no siente, entrar en un laberinto de espejos afilados que se van cerrando, que lo van abriendo.
Por los besos,

por el temblor,

por lo que queda y pasa,


las pieles se revuelven y chillan suavemente,

convulsionan en callejones llenos de luz negra.


Siete patos rojos forman ochos en un lago verde.
Mi lugar favorito es la madrugada.

Mi momento favorito es la mirada.


(Una anciana que pasea me saluda y sonríe)

Prasumir de poetas y amigos (I)

/para que te entren unas ganas irreprimibles de asomarte al blog de ELIA MAQUEDA, que viene a ser http://myclownworld.blogspot.com/


Gran Vía, 2060

Caminar
es mucho más que poner un pie delante del otro.
Caminar y recordarte
con tu barba y tu bufanda azul marino;
un pie,
otro pie,
tu bufanda azul marino.
Ahora soy tan vieja
que tengo más años que mi propia tristeza
y, curiosamente, esta ciudad aún no ha explotado.
Hay poesía por todas partes.
Hay cristales en el aire
y luces debajo de la acera.
En Callao se cruzan, desdeñosos,
el cielo y el infierno:
la Avenida del Edén
que es la Calle
con los edificios más grandes del mundo.
y un callejón sin nombre
al que algunos llaman “averno”
donde dicen que se juega a la ruleta rusa
los domingos.

Ya sólo me queda quererte hasta que me muera yo también
te lo prometí hace ya más de medio siglo.

No he vuelto a mentirte desde aquel día.

Anoche te marchaste de mis brazos.
Los coches surcan el cielo de la Gran Vía
y no van a parar hasta que acaben conmigo.

Presumir de hermana


fotosyem.blogspot.com



Muestra gratis de lo que hay en el blog de fotos de mi hermana Yemile Salem. Y lo mejor está todavía por llegar. A ver si este año expone en el BUKOWSKI, aunque sea a la distancia, ya que sigue estudiando fuerte en La Plata (Argentina), y no, Juampi, la de la foto no es ella...

miércoles, 9 de enero de 2008

Gracias por la parte que me toca

http://www.eldistrito.es/frontend/eldistrito/noticia.php?id_noticia=3277&id_seccion=13&PHPSESSID=25d2e34cd2e14fd153f4565a6d812c09



Víctor Vázquez

Veintisiete kilogramos de bañadores y libros. Hay que aprovechar la luz más blanca de los soles de estas tierras para leer lo que en Madrid me llevaría al abismo del viaducto, y regenerarme en un vuelo que el Ayuntamiento nos ha vedado con mamparas. No lo hubiera imaginado Valle-Inclán cuando escribió Luces de Bohemia.
Qué decir que la lectura ha suplido el no haberme encontrado ni a Gauguin, ni a Stevenson. He empezado por La felicidad y el suicidio, de Luis Antonio de Villena; un libro que me ha dejado Paco Serrano, francés de Córdoba y pintor maldito, para que le consiga una dedicatoria del poeta. Y continuado el precipicio literario con Cioran, un gran teórico del suicidio que, sin embargo, murió en vida: senil y pobre en su pequeñísimo estudio parisino, cerca de Odéon, sin que me diera tiempo a visitarlo. Se movía entre lo epicúreo y lo estoico; pero mejor que matarse, él hubiera preferido no haber nacido: el "¿Por qué el ser y no más bien la nada?", de Heidegger, antes que el "ser o no ser" hamletiano. Pero vamos a cambiar de tema, no me vayan a entrar tentaciones de subirme a la palmera para romperme la crisma como Keith Richards.
Se ha venido conmigo, también, La resistencia, de Sábato, a menos de un lustro para ser centenario y con una lucidez envidiable sobre el mal uso tecnológico y la globalización. Otro que siempre me acompaña es Umbral: empezando por su lejana Travesía de Madrid, donde aparece la niña Lilí; la que posteriormente llamará Envidita, del arroyo Abroñigal, en Trilogía de Madrid. ¡Todo es Madrid, bendito Madrid! La continuación es su Carta abierta a una chica progre. ¡Qué pena que Paco no estuviera ya para trotes cuando le iba a llevar a su pontificado a una ex novicia metida a condesa maldita, a Tisífone baudelairiana! Y, por fin, de tercero: Los metales nocturnos, del que copio una frase mientras se montan partidas de neonazis y anti-fascistas para meterse candela después de leerse -en el mejor de los casos- unos libros mal leídos: "La literatura está vacía y la calle es de los neonazis, y de los ministros y sus putas". Umbral se mete en el papel recordando cuando a él le perseguían para darle una paliza, provocando breves cuernos a Pedro J. por irse al ABC verdadero -Anson- que consideraba, erróneamente, un escudo tras el que protegerse. Barbarie, depresiones... El vuelco lo doy con Selva varia, del litúrgico Pablo García Baena; un libro que es un relicario barroco y lírico. Pablo es místico hasta para elegir la calle donde vive, con nombre de obispo.
Ya termina mi estancia en las Américas y decido que el último libro sea Camino de ida, de Carlos Salem, una novela que empieza con paso corto hasta convertirse en la mejor que he leído este año, con unas cien páginas finales que muerden de vivas entre pura avena surrealista. Fetichismo, Gardel, ese tango que siempre es evasión. Un argumento en fuga lleno de sorpresas, con el ritmo exacto y desbordante de imaginación -que no fantasía-. Suena el piano y me bebo un Fernet con tónica. Se acaba lo bueno.

Jueves 10 de enero, las miradas de Luis Pradilla


Altamente recomendable esta exposición que comienza el jueves 10 de enero a las 21.30 horas en el BUKOWSKI CLUB de Madrid. Luis Pradilla es de esos tipos que mira más que hablar, tal vez por eso, sus fotografías dicen tanto. En cada viaje, en lugar de multiplicar lo obvio, va cazando detalles que sobreviven mucho tiempo después de que el viaje haya terminado (en apariencia), para seguir transcurriendo en la memoria y en la imaginación. Cuando miras sus miradas fotográficas, te apetece imaginar qué es lo que no se ve, lo que la foto excluye para incluirlo en el territorio de lo que nos queda por ver, que siempre es casi todo. Cada rostro o cada objeto en soledad demanda la compañía del observador, la captura y la guía por un nuevo viaje a punto de comenzar.

viernes, 4 de enero de 2008

Enero viene movido

Para quien los Reyes Magos le hayan traído el merecido carbón, queda alguna alegría pendiente en este enero de cuestas verticales: En el Bukowski club el primer més dle año no ha de ser necesariamente el más pobre en actividades. Al contrario, 2008 empieza con ganas.
Se mantienen en pie de las clásicas citas de las JAM SESSION DE POEMAS (todos los miércoles del año -salvo cuando nos vayamos de vacaciones, que todo se andará- a partir de las 21,00 horas, y las JAM SESSION DE RELATOS ( todos los domingos del año, a partir de las 21.00 horas- idem de idem-
Seguimos con el CICLO DE POESÍA 2 X1. La primera cita es el viernes 11 de enero, a las 21,00 horas, con el dúo ESCANDAR ALGEET- CARLOS SALEM, en un diálgo poético de borrachos: CONFIESO QUE HE BEBIDO. Una propuesta escénica para desgranar poemas en torno a los temas que siempre surgen junto a la barra de un bar.




Y por si fuera poco, el 19 de enerom, a partir de las 21.00 horas, otra cita de las que no se repiten con frecuencia -y deberían- el 1er Recital del Rincón del Poera del Foro de Extremoduro- ¿El título? BEBER PARA CONTARLO. Coordina el irremplazable GSUS BONILLA.

Y el 26 de enero, tambuién a partir de las 21.00 horas, el CICLO 2x1 se convieerte en 3x1 con el recital 3 EXTRAÑOS EN UN TREN, que reune a ARTHUR, JUAN CARLOS PEREZ ROLDÁN y LUIS MORALES-

Aún por cerrar, pero casim unas cuántas actividades más. Si quiéres más infomración, envía un mail a bukowskiclub@gmail.com o asómate por bukowskiclub.wordpress.com