miércoles, 22 de febrero de 2012

Scherezade

Scherezade
(Para la sultana)




Soy una scherezade con pelo en las piernas
y la voz adecuada para doblar películas de miedo.
Hace siglos que debieran haberme cortado
la cabeza
porque mis cuentos no tienen moraleja
siento simpatía por los 40 ladrones
y pienso que alí babá fue un chivato de la pasma
(acaso el primer intermediario de la historia
en el blanqueo de dinero.)
Nunca me quedo mil noches
en el mismo dormitorio
y mi tercer deseo para el genio de la lámpara
es que me pague la factura de la luz
o que se muera
con su sonrisa de presentadora de la tele.

A veces me pregunto
para qué seguir contando historias
inconclusas
mientras el verdugo-funcionario espera
-cobrando las correspondientes horas extras-
a que una noche no sepa continuar
y done mi cuello a la ciencia afilada
de su hacha.

En realidad
me han decapitado tantas veces
sin saberlo
las mismas gentes
que suelen regalarme bufandas de cristal
por mi cumpleaños…
Pero no consigo aprender otro oficio
que el de arrancar del aire las palabras heridas
ensartarlas sin piedad en un collar barato
y regalártelo.

Tal vez
cuando estoy a punto de saltar
desde el balcón de palacio
me convenzo de que en alguna parte
y de alguna manera
esperas mis cuentos
con impaciencia de sultana.
Y por eso cierro la cortina
me echo al cuello una de las bufandas invisibles
imagino tu mirada
que deslumbra
y sigo contando
hasta que llega el día.

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