viernes, 23 de octubre de 2015

Ejercicio de dolor

Tan puercoespín como imaginarme Madrid sin vos.

Entonces, esas calles de la latina que siempre voy descubriendo
como pasadizos secretos que enseñarte (y que todo el mundo ya conocía),
pasarían a ser
simples percheros de piedra
para colgar turistas satisfechos.

Y este sol de otoño, regalito inesperado para desabrigarme la tristeza,
se convertiría en un color al azar
del catálogo pantone
de algún diseñador que nunca ha salido de su sótano.

Tan cocodrilo llorón y con motivos como caminar sin vos,
sin tu mano,
que siempre será un animalito suave
y tibio y fuerte,
envuelta en la mía, para que me sienta protegido y protector.

Tan flor embalsamada
como saber 
que detrás del alto muro de ese colegio
ya no hay niños jugando
a que son dioses en miniatura
y con las rodillas llenas de raspones;
sólo dos altavoces oxidados
emitiendo una grabación antigua,
una montaña baja de hojas secas
en un rincón del patio,
y una pelota de plástico pinchada
y  medio hundida
en un charco de color
verde desesperanza.

Tan lechuza sin sueños
porque no quiero dormir
si no vas a soñar conmigo.

Y esquivar los andamios como harías.
Y  mirar con recelo a los perros grandes, como los miras,
(aunque sean el único de mis miedos
que he vencido),
y caminar todo el andén del metro
hasta el final
como lo harías,
pero sin vos,
y no querer mirar
a la vías.

Tan espantapájaros con DNI
como contarle poemas
a tus zapatillas de andar por casa
y dejar que me picoteen los ojos
los pájaros
de todo lo que hacés volar en mí
el día que ya no quieras volar conmigo.

Tan limón reseco al fondo de la heladera.

Tan avenida desierta y sin sentido
si no si te trae o me lleva
hasta encontrarnos.

No hay gimnasio capaz de entrenarme
para este ejercicio de dolor
de tratar de inventarme una vida sin vos.

¿Una vida sin vos? No la quiero.
Llevátela, tan cupón de descuentos y yo sin ganas de comprar silencios.

Y lo peor y lo mejor de todo
(tan péndulo de un reloj de arena)
es que me repito que no te has ido,
que sólo fue un malentendido
de dos acostumbrados
a entenderse demasiado.

Pero me aterra que un día descubras
que soy un nene con miedo
un mago al que se le escapan
todas las palomas
un pobre tipo que se creyó rico
porque tus abrazos lo hicieron millonario.

Tan de cartón piedra
esta coraza mía de canalla andante.
Tan diluvio la sequía si no estás.

Tan precipicio perderte.
Tan laberinto encontrarme si te vas.

Tan colibrí
como esperar temblando en el aire
a que tu próxima sonrisa
me conmute la condena
de una ciudad sin vos
una vida sin vos
un planeta sin vos.

Tu próxima sonrisa.
Tan bienvenida.

Si es que llega.

domingo, 18 de octubre de 2015

Un pájaro de menos

Hoy no tengo poemas felices que vender
a cambio de una copa de caricias.

Hoy no escribiré una sola línea que transpire
mi cínica pero dulce confianza
en la raza humana.

Tampoco acudiré a los libros que me salvan de mi mismo
ni me haré el valiente
alardeando equilibrios de borracho
al borde de mis enanos precipicios.

Hoy.
Por un rato.
El mundo me ha vencido.

Nada particular.
Ningún cataclismo universal
que no hayamos visto por la tele.
Ninguna guerra nueva y además todas son la misma.
Ningún drama personal
de esos que dan de comer a los poemas.
Ninguna enfermedad terminal
salvo el amor y esa la disfruto.

Nada extraordinario que contar.
Solo un pájaro muerto
en una acera de Zaragoza
una mañana en la que el sol
parece haber salido del lado equivocado.

Un pajarito normal
gris
del montón
como todos nosotros
Incluso aquellos que nos creemos especiales
por enredar palabras
o confundir colores
o retorcer los sonidos que esconde una guitarra.

Parece dormido con el cuello roto
y un ala casi arrancada
y a lo lejos los penúltimos borrachos
canturrean la felicidad prestada de las fiestas del pilar.

Nunca me han gustado especialmente los pájaros.
Y admito que no es nada original mi odio a las palomas.
No sé si era un gorrión
o alguna variedad local del pájaro vulgar.

Pero volaba.
Hace poco volaba.

Y sé que no ha muerto de muerte natural.
Parece limpio y recién asesinado.
Si lo tocara todavía estaría tibio.
Y alguien acaba de matarlo
solo por que podía.

Acelero el paso y busco a los borrachos tardíos
que a estas horas ya son madrugadores.

Los alcanzo en la esquina de un bar
que acaba se abrirse bostezando
y uno de ellos,
el más borracho y el más alto,
le grita provocaciones a una pareja que camina abrazada.

Es él.
El asesino de pájaros vulgares
y por eso mismo irremplazables.

Él.
El arrancador de alas pequeñas para pequeño vuelos.
Tambien se llama gobierno, banca, estupidez obrera,
policia abusador, sindicalista corrupto, chivato del patrón,
o pobre de derechas.

Él ha matado a mi pájaro cualquiera
sólo porque podía.

Aprieto los puños y calculo
cuántas veces podré golpearlo
antes de que se recupere de la sorpresa
o me inmovilicen sus secuaces.

No demasiadas.
Puede que cuatro.
O sólo tres.
Llevo tanto tiempo sin entrenarme en el oficio de vengador de pájaros.

Me detengo en la esquina.
Si tuviera un arma lo mataría.
Pero no tengo más que rabia y un pájaro de menos.

Y el pobre y poderoso imbécil
se jacta sin saber
que él tambien
es un avecilla de cuello quebradizo
y que en cualquier momento
alguien le romperá el trabajo, el futuro o el cuello
sólo porque puede y sabe hacerlo.

Me digo que este pensamiento es solo una excusa
para no meterme en otra pelea que acabaría perdiendo.

Y me alejo
sabiendo que eso
es
y no es
cierto.

Zaragoza se despierta equivocada
y con un pájaro de menos.

Hoy el sol
salió al revés
pero el mundo
yo
y todos vosotros
seguimos siendo
la misma mierda.

miércoles, 14 de octubre de 2015

El sábado en Zaragoza!!!

Por fin me toca recitar en Zaragoza.
Y nada menos que junto a Irene X y Escandar Algeet.

El recital forma parte de la gira de Escandar OJALÁ JODER, que está recorriendo casi todo el país.

Los datos, en el cartel.
LA ENTRADA,LIBRE.
Los gastos de la gira (viajes, alojamiento, comida) se financian con la venta de libros.

No es obligatorio comprar, pero ayuda a que Escandar siga llevando a tu ciudad sus versos de esperanza y rabia.
(Igual se enfada un poco conmigo por decirlo, pero había que decirlo).

Nos vemos el sábado 17!